Aquí os traigo un articulo del pais que me ha gustado.
Una tiene cicatrices por todo el cuerpo y otra tanto vello que debe depilarse constantemente. Son las Monster High, ocho descendientes de míticos monstruos, como Frankenstein o el hombre lobo, que han destronado a la rubia y clásica Barbie como muñeca estrella de estas navidades. Siempre agotadas, traen de cabeza a los padres de niñas y preadolescentes.
Pero ¿qué ha pasado para que las niñas hayan relegado a Barbie -esa valquiria que posee un descapotable, un caballo rosa y un novio rubio- en favor de unas chicas encorsetadas (literalmente), que no tienen alma y a veces tampoco sangre? "Las muñecas son juegos simbólicos que reflejan los cambios de la sociedad. Los niños están en el mundo, y en la medida en que evolucionan los modelos y los cánones de belleza también lo hacen sus gustos", explica Andrés Paya, doctor en Pedagogía y miembro del Observatorio del Juguete. No significa que vivamos en una realidad gótica, pero sí que esta estética se está abriendo paso. "Todos los niños intentan imitar a los adultos, a la gente que les rodea, y el hecho de que sus hermanos mayores sean fans de películas como Crepúsculo y tengan como ídolos a sus protagonistas influye en su éxito", insiste.
Para Sanjurjo, su "carácter moderno y fashion" -llevan botas de tacón, medias de rejilla y microminifaldas- pesa y mucho en su popularidad. Un síntoma, según Paya, de la reducción de la etapa infantil: "La niñez cada vez dura menos. Modelos que hace unas generaciones eran para adolescentes ya han llegado a la infancia. Las niñas quieren ser adolescentes". Y quieren muñecas con mechas, labios exuberantes y ropa ajustada.
Sanjurjo dice que, en realidad, las Monster High van dirigidas a preadolescentes (entre 11 y 12 años), pero reconoce que las niñas más pequeñas también las piden a los Reyes Magos.
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